Muchas personas sufren de mareos y/o vértigos. La sensación de no ser capaz de mantener el equilibrio es un estado muy debilitante, desagradable y a veces atemorizante. Explicamos en este artículo por qué nos mareamos, las causas que lo pueden producir y dónde acudir.
Para resolver estos puntos, lo imprescindible es distinguir ambas sensaciones y saber diferenciarlas. La sensación de mareo es como si estuviéramos en un barco, aturdido con un balanceo de un lado a otro, pesadez en la cabeza o sensación de desvanecimiento. El vértigo sin embargo es una sensación diferente, mejor diferenciada por la sensación de que “todo da vueltas” y cerrar los ojos es lo único que lo puede medianamente evitar por el miedo a la sensación de caerse. Ambos pueden venir acompañados de sensación de fatiga, sudor y malestar pero con el vértigo se puede llegar a vomitar.
Veamos que puede causar uno y otro.
El Papel del Cerebelo
Tener mareos o vértigos por regla general puede definirse como un desequilibrio. Para mantenernos en equilibrio el cerebelo (coloreado en rojo en la animación) depende de la información que llega de tres fuentes principales; los ojos, los oídos y la propiocepción corporal (explicamos estos mecanismos a continuación). Un trastorno de desequilibrio surge cuando la información que llega al cerebelo de estas tres fuentes, no coinciden. Por ejemplo, en circunstancias normales, cuando miramos hacia la derecha, las articulaciones del cuello, los ojos y los oídos mandan información al cerebelo que este utiliza para interpretar y crear un sentido del espacio y tiempo. Pero cuando alguno de estos sistemas está alterado (ej; tapón en un oído) la información no coincide con lo que considera el cerebro normal y se produce vértigos o mareos. Para llevar el caso adecuadamente, un buen profesional de la salud ha de detectar en cual de los sistemas está el fallo. Explicamos las tres fuentes principales que nos ayudan a mantener el equilibrio y las condiciones que pueden provocar un desequilibrio:
1. El oído

blausen.com
El órgano del equilibrio reside en el oído medio, tres arcos (el aparato vestibular) que juntos registran el movimiento de la cabeza en todas direcciones posibles. Los arcos están conectados a una bolsita que a la vez detecta la posición de la cabeza en relación con la gravedad. Es un diseño ingenioso, realmente maravilloso. A través del octavo nervio craneal se manda la información del aparato vestibular al cerebro y el cerebelo. Varias enfermedades o trastornos pueden causar vértigo a través del oído: vértigo postural paroxístico benigno, enfermedad de Ménière, neuritis vestibular, laberintitis, otitis media o neurinoma del acústico. También es importante descartar infecciones a través de la fiebre.
Los Quiroprácticos estamos entrenados específicamente para reconocer si el vértigo proviene del laberinto del oído, además tenemos una solución inmediata que pocos especialistas conocen.
2. La vista
A través de los ojos mandamos información constantemente al cerebro sobre la orientación de la cabeza y el mundo exterior. Si tenemos problemas con la vista, nos puede producir mareos. La inhabilidad de convergencia adecuadamente (ponerse bizco) puede producir visión doble e interpretarse como una sensación de mareo.
3. Propiocepción
Propiocepción es una palabra larga pero muy importante. La propiocepción es el “sentido” de la orientación y coordinación. Existen terminaciones nerviosas (propioceptores) distribuidos por todo el cuerpo mandando información sobre la posición de nuestro cuerpo en el espacio. Gracias a esta información podemos mantener el equilibrio aún cerrando los ojos y tapándonos los oídos. La parte del cuerpo que posee más propioceptores de todo el cuerpo es sin duda alguna la columna vertebral y especialmente próxima al cerebro, en las cervicales superiores (C1 y C2) . Desde aquí las terminaciones nerviosas mandan información constantemente al cerebelo sobre el posicionamiento del cuello y cabeza. Descompensaciones en las articulaciones cervicales cuando no funcionan bien, mandan mensajes confusos al cerebro causando estado de mareo o vértigo. Estos mareos o vértigos son también muy molestos y se agravan normalmente con el movimiento.
La articulación tempo-mandibular también está repleta de propioceptores, como os podéis imaginar existe movimiento constante al hablar, masticar, tragar saliva… La mandíbula está también muy relacionada con el funcionamiento de las cervicales ya que se unen por músculos interiormente. Exámenes neurológicos y quiroprácticos pueden localizar la causa principal.
En Quiropráctica Advance utilizamos el sistema único de ajustes quiroprácticos capaz de normalizar la propiocepción de las cervicales y el resto de la columna vertebral, además de estar entrenados en los trastornos de la mandíbula.
Una Combinación de los Tres
Es rara vez que un trastorno de desequilibrio provenga únicamente de una de las tres categorías mencionadas anteriormente. Nuestro cerebro es muy inteligente e intenta siempre adaptarse para que puedas funcionar de la mejor manera posible compensando. Por ejemplo, es muy común ponerse tenso y digamos protegerse durante un fuerte episodio de vértigo debido a una neuritis, meniéres o vértigo benigno posicional. Ésta tensión puede alterar la propiocepción del cuello, y ya tenemos una mezcla entre un vértigo cervicogénico y vestibular. En éstos casos es importante resolver los dos factores. A veces el médico receta medicamentos para aliviar los síntomas de una neutitis pero si no se resuelve la parte propioceptiva de las cervicales, puede que la persona siga experimentando mareos. En éstos casos es imprescindible que haya cooperación entre diferentes profesionales de salud para que el paciente pueda tener una recuperación total sin secuelas.
Desequilibrios de Origen Vascular
Una causa muy común que produce mareos también es de origen vascular, esto suele pasar cuando tenemos problemas cardíacos como arritmias, hipotensión, hipoglucemia, anemia, hipoxia o simplemente cuando al levantarnos muy rápido la sangre no ha tenido tiempo de llegar al cerebro (suele ocurrir en personas mayores).
A veces el estrés emocional o la ansiedad puede provocar hipoxia y mareos a través de hiperventilación (una respiración más rápida sin llenar los pulmones lo suficiente). Éste tipo de hiperventilación puede ser indetectable para la persona afectada pero con el tiempo puede provocar mareos. La solución en éstos casos es tomar consciencia, relajarse e intentar respirar con más profundidad utilizando más bien el diafragma que la caja torácica al coger aire.
En todos los casos el mareo se produce cuando la sangre o la calidad de sangre no es suficiente cuando llega al cerebro o el cerebelo. En este caso un chequeo con el cardiólogo sería lo más recomendable.
¿Cuándo debo ir a urgencias con un mareo o vértigo?
Esta información puede salvar tu vida o la vida de un ser querido. Un tipo de mareo o vértigo que necesita atención médica inmediata para salvar la vida es el que procede de un derrame cerebral. Los síntomas pueden ser una combinación de:
- Mareos o vértigos repentinos y de un sólo episodio, intensos o más leves juntos con un dolor intenso de cuello muy diferente a cualquier dolor que hayas sentido antes.
- A veces con dificultad de articular palabras.
- Visión doble.
- A veces con hormigueos en la cara.
- Pérdida de la consciencia.
- La clave es la combinación del dolor muy fuerte en el cuello juntos con mareos o vértigos. Tumbar a la persona en el suelo, llamar al 112 de inmediato, revisar las constantes vitales a la espera de la ambulancia.
Debido a la diversidad de las posibles causas de desequilibrios, siempre recomendamos que consultes la opinión de tu profesional de salud de confianza para establecer el origen del problema y si es muy servero, a la urgencia.
Comparte éste ariculo en tu red social favorito: